jueves, 26 de diciembre de 2013

Qué es la Homeopatía I: medicamento y terapia

La práctica de la Homeopatía contempla dos aspectos complementarios: por un lado es un método terapeútico de tratamiento, y por otro consiste en la utilización de medicamentos obtenidos a partir de un procedimiento de fabricación homeopático.

La Homeopatía es, ante todo, un método terapéutico. Se basa en administrar al enfermo una sustancia cuyos componentes son capaces de provocar en un individuo sano una enfermedad similar a la que se trata de combatir, y que preparada como medicamento homeopático es capaz de curar. La Homepatía está basada en ese fenómeno de similitud.

La terapéutica homeopática está fuertemente arraigada en el tratamiento integral que se hace al paciente, y que no toma en cuenta solamente su sintomatología sino la totalidad del organismo. Este es uno de los valores añadidos más reconocidos de este método.

El segundo aspecto corresponde al uso de medicamentos homeopáticos, que son aquellos en los que, en el proceso de fabricación, se produce una dilución y una dinamización seriada, siendo ambos procesos indispensables. Este tipo de medicamentos está regulado por ley: según la definición de la Ley 2009 de Garantías y Uso Racional del Medicamento y Productos Sanitarios, en su artículo 46,

"se considera medicamento homeopático, de uso humano o veterinario, el obtenido a partir de sustancias denominadas cepas homeopáticas con arreglo a un procedimiento de fabricación homeopático descrito en la Farmacopea Europea o en la Red Farmacológica Española, o en su defecto en una farmacopea utilizada de forma oficial en un país de la Unión Europea." Estos medicamentos deben ser utilizados por profesionales sanitarios o pacientes que conozcan su utilidad y su forma de administración, como ocurre con cualquier otro fármaco.

Estas dos corrientes (terapéutica y medicamento) se complementan entre ellas, y con otras herramientas terapéuticas, de tal forma que un profesional sanitario puede usarlas todas en beneficio del paciente.

Y es que la realidad muestra que la Homeopatía es útil en un extenso campo de enfermedades y problemas de salud, que puede aplicarse de manera complementaria a cualquier otro método convencional formando parte integral de cualquier sistema de salud. Sus aplicaciones más frecuentes se incluyen en uno de los siguientes campos:

- Procesos agudos (traumatismos, enfermedades respiratotias, otitis, reacciones alérgicas, quemaduras, etc)
- Patologías crónicas y recurrentes (actúa sobre el individuo en conjunto, aportando así mayores ventajas)
- Cuidados paliativos (tanto en el control de síntomas como para el alivio de efectos secundarios de otros tratamientos).

El término Homeopatía ha contemplado un gran número de definiciones, pero todas están basadas en los tres principios básicos expuestos por su creador, Samuel Christian Hahnemann en 1796:

- Principio de similitud: las enfermedades pueden ser curadas por sustancias que producen, en las personas sanas, efectos semejantes a los síntomas manifestados por el paciente (lo similar cura lo similar).
- Uso de altas diluciones: el grado de potenciación (dilución) debe ajustarse al tipo de enfermedad y al modo de enfermar del paciente
- Tratamiento individualizado: los síntomas del paciente, las causas relacionadas y la constitución del mismo constituyen un todo holístico que no puede ni debe ser separado

A efectos de esta serie, podemos considera la Homeopatía como una técnica terapéutica basada en una observación clínica completa y rigurosa que conduce a la prescripción de medicamentos homeopáticos cuyas indicaciones proceden de una farmacología fundamentada por una constatación empírica: la similitud"

De esta manera, la Homeopatía trata la enfermedad partiendo del principio de que lo semejante se cura con lo semejante, y utiliza para ello sustancias curativas que reproducirían los síntomas del enfermo en caso de ser administradas a una persona sana.

La Homepatía, al igual que la medicina alopática tradicional, determina el tratamiento por medio del diagnóstico clínico, pero al contrario que ella no es importante a la hora de seleccionar el tipo de remedio. El factor decisivo para seleccionar un medicamento en Homeopatía es la valoración fenomenológica de la totalidad de los síntomas del paciente. La Homeopatía percibe en el individuo manifestaciones externalmente perceptibles (gestalt) de un proceso interno no observable.

La evaluación y elección del remedio apropiado es un proceso en dos etapas. En la primera etapa se efectúa una selección, evaluación y escalamiento de los síntomas, para lo que se utilizan manuales (repertorios) que detallan los patrones sintomáticos y sus remedios correspondientes; en la segunda etapa, se efectúa un diagnóstico diferencia y selección de remedios mediante un estudio pormenorizado en que los síntomas del paciente se comparan con remedios potencias del Vademecum (Materia Medica), y sólo entonces se selecciona el remedio (simillimum) que se aproxima más a los patrones del paciente.

Lo anterior ilustra el por qué es posible tratar tres condiciones de enfermedad, diferentes desde el punto de vista médico, en un sólo paciente, ya que hay una sola condición crónica y un solo paciente que sufre los síntomas. Y también es posible que dos pacientes con síntomas clínicos diferentes necesiten los mismos remedios homeopáticos si sus síntomas individuales son similares.

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